PARA ESTAS COSAS NO HAY DINERO NI INTERÉS

El cierre del albergue municipal dispara la llegada de indigentes a los centros de acogida religiosos

El de los Hermanos de Teis está al completo y habilitan una sala extra

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MARÍA LÓPEZ El dispositivo temporal de frío en el pabellón de O Berbés para personas “sin techo” lleva dos semanas cerrado. Desde que el Concello decidió clausurarlo el 28 de marzo por “la mejora de las condiciones climatológicas”, los albergues religiosos de la ciudad han incrementado de forma notable su ocupación hasta el punto de encontrarse saturados, como es el caso de las instalaciones de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres.
Esta congregación se ha visto obligada a habilitar un salón extra para dar cobijo a los indigentes que recibió estos días. “Las 44 camas que tenemos están todas ocupadas y pusimos sofás-cama en el salón multiusos para unas quince personas”, afirma el Hermano Donaire, quien asegura que este crecimiento de demanda se produjo “cuando se cerró el dispositivo de O Berbés”.